viernes, 21 de enero de 2022

Menotti BIANCHI : el DT de Estancia 'JULIA'.

En algunas entradas previas hice referencia a varios de los luchadores contra el flagelo edáfico de la erosión y desertificación en los suelos patagónicos australes. 

[ver: 

- José María CASTRO: un agrónomo en lucha contra la desertificación. 

- Alberto DE VITA: sobre 'aguadas' y 'campos secos' en Patagonia.    

- Ing° Agr° Alberto SORIANO: 'lo que el viento no se llevó'.

- De 'lomos grises' y otras consecuencias. ]

Ahora deseo rememorar la ímproba y titánica labor, que dirigió y concretó, sobre centenares de hectáreas del semidesierto central santacruceño, el tenaz ítalo-argentino que titula esta nota. Aún hoy se yerguen en la estepa xerófita del departamento Corpen Aike, los miles de árboles plantados, noventa años atrás, como cortinas rompe-vientos y fijadoras del suelo suelto y arenoso del paraje. 


Acceso y avenida de entrada a estancia 'Julia',
departamento Corpen Aike, Santa Cruz, 
Patagonia austral, Argentina.
a inicios de la década de 1950.
Foto: EA.

El autor de estas líneas los ha visto desarrollarse y conservarse a lo largo de siete décadas. La 'Julia' era, es y será por muchos años 'parada obligada' para quienes transitamos las rutas y caminos que conectan la costa central con las mesetas y lagos precordilleranos. Todos se asombran de esos bosques arbolados en medio de la árida llanura; pocos sin embargo, conocen de quiénes los realizaron y dirigieron tal esfuerzo. Trataré de explicarlo en parte.


[Giovanni Martino] Menotti BIANCHI
*1885, en Siena, Toscana; Italia.
+21.10.1963, en Buenos Aires, DF, Argentina.
Foto: Argentina Austral.

Bianchi fue el planificador, el constructor y, el administrador (por casi tres decenios, hasta su jubilación en 1955) de esta demostración práctica de lucha agronómica contra la aridez. Fue en verdad, un verdadero DT (Director Técnico) para la empresa en la cual trabajó toda una vida. [Por singular coincidencia, dos reconocidos DT del fútbol argentino se apellidan con sus apelativos ].


Bianchi y un colaborador, en 1930,
en las tareas de sistematización del terreno.
Obsérvese la aridez y la erosión eólica.
Foto: SAGMB.


El 15 de diciembre de 1935, el geógrafo y montañista Alberto María de Agostini, emprendía su aventurado viaje - 'Del Puerto de Santa Cruz al Monte Fitz Roy' - tal cual nos lo relata en el Capítulo XI de su afamado libro ANDES PATAGONICOS - Viajes de exploración a la cordillera patagónica austral -. En un acápite de dicha parte, titulado - Prodigios del trabajo italiano en la dilatada estepa -, entre las páginas 203 y 215, nos describe con nítidos conceptos y buenas fotografías, el accionar dinámico de Bianchi y sus colaboradores construyendo y produciendo en la estancia Julia, a solo seis años de haber iniciado las tareas. 


Incipientes cortinas de álamos y sauces [1932]
protegidas por cercos-secos de 'mata amarilla'.
Foto: SAGMB.

Nada mejor que mencionar, desbrozadas, algunas de sus observaciones:

 " ... En ese primer día teníamos como única meta llegar a la estancia "Julia", distante cien kilómetros, donde Menotti Bianchi, un toscano de Siena, que desde hace más de treinta años tiene puestas todas sus energías y sus altas dotes de experto administrador de empresas ganaderas ..., ha realizado un milagro de tenacidad y de trabajo, convirtiendo en ubérrimas campiñas cultivadas con alfalfa, legumbres, hortalizas, cereales y plantas frutales, unas tierras desiertas y arenosas. ... Estamos al comienzo de una de esas inmensas mesetas patagónicas que se van escalonando gradualmente hacia el interior. ... Mientras tanto el viento que por la mañana soplaba moderadamente, adquiere poco después una intensidad impresionante. El horizonte aparece velado por las nubes de polvo y de arena ... Superando este difícil y molesto trecho de camino, llegamos en las primeras horas de la tarde a la estancia "Julia".


Segando e hilerando alfalfa (Medicago sativa), a 5 años de iniciados los trabajos.
Obsérvense las incipientes cortinas forestales rompe-vientos. Ecia. Julia, 1935.
[A la derecha de la imagen, el administrador Menotti Bianchi.]
Foto: Alberto M. de Agostini.

" ... Saliendo de la estepa escuálida y arenosa, entramos súbitamente en un verde oasis de pastos y sembrados, entre avenidad sombreadas con hileras de álamos y sauces, que gimen martirizados por el viento. Un penetrante y agradable olor de hierba proviene del reciente corte de una extensa área de alfalfa, ... me parece haber llegado a uno de los fértiles valles de clima templado. ... A medida que el auto penetra en las elegantes y amplias avenidas, bordeadas por setos de flores, aparecen a ambos lados inmensos cultivos de hortalizas, legumbres y farináceas de una exuberancia y de un desarrollo maravillosos; perales, manzanos y otros árboles frutales nos muestran sus ramas cargadas de frutas. ...


Cosecha de papas [patatas], Ecia. Julia, otoño 1962.
Foto: SGMB.

El mérito de esta transformación débese íntegramente a Menotti Bianchi ... y a los humildes artesanos de este trabajo: el capataz Ángel Francia, romano; los hermanos Silvio y Luis Gasparini, venecianos; Juan Ferrando, piamontés, [Carlos Borgialli] y a algunos otros robustos trabajadores italianos que, bajo la guía de Bianchi, contribuyeron con sus vigorosos brazos y su técnica agrícola, al feliz cumplimiento de la obra. ... La estancia "Julia", privada de toda protección natural, expuesta a los violentos vientos patagónicos, estaba hace algunos años totalmente invadida por la arena, que avanzaba constantemente, formando médanos altísimos y amenazando sepultar los edificios e instalaciones. ... Fueron emparejadas verdaderas montañas de arena, acumuladas por el viento; se hicieron canales de desagüe y de irrigación; se niveló el terreno, se aró y se sembraron hierbas destinadas a fijar las arenas. Cientos de miles de plantas forestales se fueron distribuyendo en una superficie de quinientas hectáreas de terreno para protejerlo contra la furia de los vientos. La constancia y tenacidad del hombre triunfaron al fin sobre la adversa naturaleza, y Bianchi vió en pocos años coronados sus esfuerzos por el éxito más halagüeño. ..."



Canal y cortinas rompe-vientos y de abrigo
plantadas con sauces y álamos.
Foto: Alberto M. de Agostini. 1935.

Agrega de Agostini en nota ampliatoria a la página 213, lo siguiente:

" Entre los productos de la "Julia" que hoy, después de muchos cuidadosos experimentos de selección realizados por el señor Bianchi, dan, por sus buenas calidades de sabor y conservación, seguro y provechoso resultado comercial, están las papas [patatas] de inmejorable calidad y rendimiento, ... Lo mismo puede afirmarse de las cebollas, ajos, tubérculos forrajeros [nabos}, farináceas, tomates y legumbres de toda especie {habas, arvejas}. La fruta, especialmente las manzanas, peras, ciruelas y duraznos [y damascos, cerezos, guindos] de variedades diversas, compiten en calidad con las mejores del país y se cosechan en una cantidad siempre susceptible de aumento, ... Lo más importante, sin embargo, de estos cultivos, está sin duda en la transformación de tierras arenosas e improductivas en vigorosos alfalfares que permiten el pastoreo y engorde de millares de corderos [ovinos]. La cosecha de este precioso forraje en un monto de varios millares de toneladas anuales, constituye un valioso recurso para aquellas estériles regiones. "


'Piño' de ovejas en pre-encarnerada,
en estancia 'Julia' [1952].
Foto: EA.

***

(*) 'Menotti' es nombre y no apellido, en este caso. [Forma modificada, hipocorística, de Domenico.]

(**) Aunque coloquialmente muchos patagónicos conocemos a la Estancia donde actuó Bianchi como 'La Julia', su verdadera designación es 'Julia' sin el artículo tan popular y frecuente entre los establecimientos rurales.

(***) ...'La estancia La Julia, es una joya de arte y tesón; es única en su género, y es un exponente admirable de lo que puede la inteligencia y terca perseverancia de un hombre, en nuestro caso el señor Luis M. Bianchi, en lucha desigual con las heladas, ciclones e inundaciones, empecinadas en arrasar las instalaciones agrícolas y ganaderas con que él osó decorar la aplastante soledad de ripio y arena que impera por doquier. ...' 

Justo M. Ducco, SDB; 'Tierra de promisión', pp.41-43, XV(155), Argentina Austral, mayo de 1944.


(En desarrollo).



 

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